lunes, julio 19, 2010

Despertar a tu lado es de las mejores cosas que hay en el mundo, aun sabiendo que será la última vez.
Abrir el ojo y descubrir que estás ahí, tumbada a mi lado, dormida, dándome la espalda. Acaricio tu pelo, me arrimo a tu cuerpo, te abrazo y encajo mi nariz en tu nunca para aspirar los restos de colonia del día anterior mezclado con el olor a dormida.
Te despiertas. Te giras. Me miras. Me acaricias la cara mientras me lanzas una sonrisa.
Una
l
á
g
r
i
m
a
rueda por tu mejilla.
Con mi dedo sigo la huella de tu lágrima. Ambos ojos se inundan de agua. Intentas decirme algo y tras un rato aguantándote el nudo en la garganta consigues articular –no quiero que esto acabe–.
Realmente no sé cómo reaccionar. No digo nada. Simplemente te abrazo. El tiempo pasa y sigo sin saber qué decir.

jueves, julio 01, 2010

Creo que es un buen momento para hablar de ciertos amigos...

Hace menos de un año conocí a un grupo de gente que poco he tardado en darme cuenta de cuanto vale.
A raíz de un evento que organizó una de ellas, hace exactamente un año, nos empezamos a conocer.
Entre ellos son personas muy diferentes pero tiene una cosa en común, todos ellos me sacan casi diez años de edad pero al final es gente más cercana a mi que la gente de mi edad. Es gente con la que puedo hablar y abordar todo tipo de temas. Gente que vale para quedar a hacer sushi (sesiones gastronómicas o talleres de cocina) o para una simple cerveza. Gente que quiero que me acompañe a lo largo de muchos años.

Pero al final no necesitas pasar años con alguien para darte cuenta de esto...son las experiencias que con ellos he experimentado que hacen que me dé cuenta de cuánto valen para mí y eso es lo que importa.

Que por mucho que me pueda llegar a costar decirlo de alguna forma u otra les he cogido mucho cariño y son muchas las experiencias que nos quedan por vivir.